Las enfermedades crónicas
Eleazar Lara-Pantin, MD, MSc.*
La era de las enfermedades transmisibles no ha terminado. Los cambios en el estilo de vida asociados a la creciente movilización de las poblaciones hacia las áreas urbanas, trajeron consigo una nueva cara de la situación de salud: las enfermedades crónicas no transmisibles.
Estas enfermedades comparten varias características:
- Origen asociado con el estilo de vida.
- Evolucionan de manera progresiva a través del tiempo
- Muchas veces su primera manifestación corresponde a la agudización de alguno de los problemas que las acompañan
- Varias de ellas actúan como condicionantes o favorecedoras de otras
- Todas se benefician de las mismas medidas
El grupo de las enfermedades crónicas no transmisibles incluye a la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y cerebro-vasculares, la hipertensión arterial, el cáncer y los problemas articulares.
La Obesidad
La obesidad, entendida como un exceso e de grasa corporal que supera en más de un 20% el peso deseable, representa el común denominador sobre el cual puede desarrollarse o favorecerse cualquiera de las enfermedades mencionadas. Puede hacerlo directamente, a través de mecanismos propios, e indirectamente, creando condiciones para que las otras enfermedades agraven sus respectivos problemas.
Más allá del volumen de grasa corporal total, que por si misma representa un factor de riesgo, su manera de distribuirse en el cuerpo puede hacer que ese riesgo se incremente, como sucede con la grasa abdominal. Entre estos se ha reportado una frecuencia mayor de casos de hipertensión arterial, diabetes e infartos a edades tempranas.
Enfermedades cardiovasculares
Si bien es cierto que el riesgo de sufrir enfermedades del corazón es mayor en hombres que en mujeres antes de los 50 años de edad, la referida acumulación de grasa en el abdomen puede ser capaz de hacer desaparecer dicha diferencia.
Hipertensión arterial
La asociación de la obesidad con la hipertensión arterial es tan evidente, que hay trabajos que demuestran que hasta una tercera parte de los casos de esta enfermedad muestran un exceso de peso importante, siendo la relación aún mayor en jóvenes. Se ha comprobado que la disminución de peso favorece la disminución progresiva de la tensión arterial.
Cáncer
Las mujeres obesas tienen un riesgo bastante mayor a sufrir tumores malignos en los senos y en el útero, mientras que en los hombres la asociación se observa con los tumores del intestino grueso y la vesícula biliar. Esta asociación puede observarse aún con aumentos moderados en los depósitos de grasa.
Diabetes
Se observa 10 veces más entre quienes tienen obesidad moderada que en la población que tiene un volumen corporal normal. Y este porcentaje aumenta proporcionalmente con la gordura.
Problemas articulares
Los niveles anormales de ácido úrico, aumentan igualmente a medida que lo hacen los depósitos de grasa. Este hecho, unido al efecto perjudicial del exceso de peso sobre la columna vertebral, las caderas, las rodillas y los tobillos, hace que la obesidad sea considerada como uno de los factores que más contribuyen a los problemas articulares.
Una ventaja
Todas estas situaciones pueden prevenirse y superarse con la adopción de un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada, un buen nivel de actividad física y medidas adecuadas para reducir el estrés.
*Especialista en Nutrición. Vicepresidente de Desarrollo de Productos de DrTango, Inc.
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